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Servicio de baja visión
La persona con baja visión es aquella que por alguna causa (enfermedad, alteraciones congénitas o adquiridas) tiene disminuida notablemente la visión y/o del campo visual de los dos ojos y que aún con sus lentes, tratamiento médico o quirúrgico no mejora, lo que dificulta al paciente poder realizar actividades visuales cotidianas como leer, ver televisión, reconocer rostros, identificar vehículos, así como desplazarse en interiores y exteriores.
Hace más de 12 años, como una alternativa de rehabilitación, tras las necesidades de dar seguimiento y ofrecer apoyo a los pacientes que por las causas previamente mencionadas quedaron discapacitados visualmente adquiriendo ceguera o baja visión.
A través de diferentes estudios identificamos: ¿cuánto ve el paciente? ¿cómo ve? ¿cuál es su campo visual? ¿cómo ve los colores? etc. Contestar estas preguntas, apoyadas todas en un diagnóstico oftalmológico previo, nos permite establecer estrategias para prescribir y ofrecer:
– Ayudas ópticas: lupas, telescopios, lentes microscópicas, ayudas electrónicas, etc.
– Ayudas no ópticas: atriles, filtros, etc.
A través de la enseñanza y entrenamiento del uso de éstas, se pretende mejorar su rendimiento visual, lo que permite al paciente de baja visión lograr su autosuficiencia y mejorar su calidad de vida.
El servicio de baja visión identifica los casos de ceguera (pérdida total de la visión) para canalizar al paciente a nuestro centro de rehabilitación (CADIVI) para que aprendan a llevar una vida autosuficiente.