Por Dr. José Francisco Ortega Santana

El Glaucoma Primario de Ángulo Abierto es la primera causa de ceguera irreversible a nivel  mundial. En la población mexicana se presenta  aproximadamente en el 4% de las personas  mayores de 40 años y el riesgo de padecerlo  aumenta con la edad. Las personas con  antecedentes familiares de la enfermedad tienen más riesgo de padecerla.

Para entender mejor qué es el glaucoma es  necesario hablar del humor acuoso. El humor acuoso es un líquido que se produce en el interior  del ojo y cubre funciones muy importantes ya que  aporta oxígeno y nutrientes a las estructuras  intraoculares y elimina sus productos de desecho hacia fuera del ojo.  

Cuando por algún motivo disminuye la eliminación del humor acuoso y se acumula en el interior del ojo, se genera un aumento de la presión interna del globo ocular. Esto daña directamente el nervio óptico, provocando la muerte de las células que contiene. A medida que aumenta el daño en el nervio óptico se produce pérdida progresiva e irreversible de la visión.

Este padecimiento es conocido como glaucoma. El Glaucoma Primario de Ángulo Abierto no suele dar síntomas perceptibles para quien lo padece, es por este motivo que a esta enfermedad se le ha llamado “el ladrón silencioso de la vista”. La pérdida visual  suele ser lenta e inicia en la periferia del campo visual, respetando  en las primeras etapas la visión central.

A medida que la  enfermedad se hace más grave, el paciente puede percibir una  reducción en su visión, pero para cuando esto sucede la  enfermedad ya está muy avanzada y el daño es irreparable.

Es por este motivo que se recomienda que todas las personas  con algún factor de riesgo acudan a una revisión oftalmológica  completa al menos una vez al año, con la  nalidad de detectar el  problema de forma oportuna y en caso de ser necesario, implementar el tratamiento más adecuado para limitar el daño  visual que pueda provocar la enfermedad.

Es importante recalcar que la visión que se ha perdido por causa del glaucoma es  irreparable y el tratamiento únicamente está encaminado a  disminuir la progresión de la enfermedad.

El departamento de glaucoma del Hospital Nuestra Señora de la Luz, fue uno de los primeros en el país en especializarse en el estudio y tratamiento del glaucoma. Actualmente continuamos siendo unos de los principales referentes en la detección, tratamiento e investigación sobre el glaucoma.

Dentro de las evaluaciones de rutina están la toma de la presión intraocular y la valoración detallada del aspecto del nervio óptico. Ante la sospecha de glaucoma se debe de complementar la valoración con estudios especializados, tales como la campimetría automatizada y la tomografía del nervio óptico.

Actualmente el tratamiento de glaucoma está enfocado en reducir los niveles de presión intraocular. Para ello se suele indicar tratamiento con medicamentos en presentación de gotas oftálmicas. De manera complementaria se puede aplicar un tratamiento láser para mejorar el flujo de salida del humor acuoso, este procedimiento se conoce como trabeculoplastia.

En el Departamento de Glaucoma contamos con toda la tecnología necesaria para el tratamiento del glaucoma, ya sea con láser o con cirugía. Los procedimientos comúnmente realizados son la cirugía filtrante y la colocación de dispositivos valvulares.

Así también nos encontramos a la vanguardia a nivel mundial y realizamos procedimientos más innovadores y cada vez menos invasivos, tales como la implementación de microdispositivos en el interior del ojo, lo que genera menor inflamación y una recuperación más rápida para el paciente.